Cuando el amor te haga señas, síguelo aunque sus caminos sean duros y escarpados; y cuando te envuelva en sus alas, doblégate a el, aunque la espada escondida entre sus plumas pueda herirte; y cuando te hable, cree en él, aunque su voz pueda despedazar tus sueños como el viento del norte convierte el jardín en hojarasca.
- Kahlil Gibrán.
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